sábado, 11 de julio de 2009


El agua es parte esencial de nuestra vida cotidiana. Estamos tan acostumbrados a vivir con ella que rara vez nos cuestionamos sobre su origen y posible agotamiento, y abusamos seguros de que nunca nos faltará. Pero estamos en un gran error, pues el agua dulce, vital para nuestra vida, representa sólo el 1% del agua total del planeta, considerando todas las fuentes hídricas que hay e él. Además, estamos frente a un recurso que se formó hace 3800 millones de años y que, gracias a las procesos de evaporación y precipitación, se ha ido renovando, reciclando y, con ello, ha permitido el funcionamiento de todo el ecosistema.Hoy, en que el crecimiento de la población y el aumento de la actividad industrial ejercen enorme presión sobre el medio ambiente y sus recursos naturales, nos enfrentamos a un panorama bastante aterrador, pues el alto consumo de agua y la contaminación de la misma nos obliga a pensar en el posible fin del agua dulce limpia, indispensable para el mundo viviente.Es hora de actuar al respecto, y uno de los primeros pasos necesarios para ello, es el reconocimiento y concientización de los diversos tipos de contaminación que afectan a ríos, lagos, esteros y océanos:*Contaminación biológica (coliformes fecales)*Contaminación por exceso de nutrientes (materia orgánica)*Contaminación física (materiales sólidos e inertes, y descargas industriales)*Contaminación química (compuestos o sustancias químicas)*Contaminación por metales pesadosContaminación QuímicaSe denomina contaminación química a las aguas contaminadas con sustancias o compuestos químicos que dada su toxicidad, desequilibran el funcionamiento natural de los seres vivos que habitan en el medio ambiente.Desde que se inició la industria química en el siglo pasado, se han elaborado artificialmente millones de compuestos químicos de cuyos efectos obre la salud humana y medioambiental, sabemos muy poco. Actualmente existen industrias que continúan vertiendo sus desechos directamente a los cursos de aguas o a los alcantarillados, sin mediar ningún tratamiento previo o bien, mediando tratamientos insuficientes.Dentro de las sustancias vertidas por las industrias, hay un grupo cuya toxicidad demanda especial atención: el grupo de los Contaminantes Orgánicos Persistentes, COPs. Estos tienen la propiedad de persistir en el tiempo, viajar de un extremo del mundo a otro, adherirse a los tejidos grasos de los seres vivos y acumularse en ellos. Se traspasan de un ser a otro, a medida que se avanza por la cadena alimenticia y llegan finalmente al ser humano, en altas concentraciones.Los COPs se liberan al ambiente como resultado de la producción e incineración del plástico PVC y, en general, derivan de la utilización industrial del cloro.Contaminación por metales pesadosLos metales son elementos naturales que se encuentran en las rocas, en la tierra, en yacimientos, etc. Muchos de ellos son esenciales para los organismos vivientes, sin embrago, las dosis que excedan lo requerido por ellos, producen graves alteraciones a la salud.Se le llama metales pesados a aquellos que tienen una densidad 5 veces mayor que la del agua: el arsénico, berilio, cadmio, cromo, mercurio y el plomo. Los metales pesados no se degradan y pueden acumularse en los organismos vivos. Fuente: Fundación Greenpeace

No hay comentarios:

Publicar un comentario